DEFENSA CIVIL

Los desastres y la política de prevención

WILLiAM MENDOZA HUAMÁN - INGENIERO ESPECIALISTA EN PREVENCIÓN DE DESASTRES

EN EL FORO del Acuerdo Nacional del 17 de diciembre de 2010, se acordó incorporar la Política de Estado 32, denominada Gestión del Riesgo de Desastres, dirigida a promover una política de gestión en ese campo, con la finalidad de proteger la vida, la salud y la integridad de las personas, así como el patrimonio público y privado.

Entre las medidas de prevención allí se contemplan procedimientos para ubicación y traslado de poblaciones expuestas hacia zonas de mayor seguridad, reduciendo las vulnerabilidades con equidad e inclusión.

El 18 de febrero de 2011 se aprueba la Ley Nº 29664, que crea el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd) como sistema interinstitucional, sinérgico, descentralizado, transversal y participativo.

El fin principal de esta norma es identificar y reducir los riesgos asociados a peligros o minimizar sus efectos dentro de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres relacionándola con acciones de otras instituciones a escala nacional e internacional. 

En la presente temporada el país sufre las consecuencias de las inclemencias de los fenómenos naturales recurrentes (lluvias y sequías) con deslizamientos, inundaciones, destrucción de bienes públicos y privados, lo que le ocasiona una importante pérdida económica.

Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “el Perú tiene más de 450,000 millones de dólares en infraestructura expuesta a los desastres naturales”, esto es, más del doble del PBI nacional.

 Tengamos en cuenta que el último Fenómeno del Niño en el período 1997-1998, ocasionó pérdidas por 3,569 millones de dólares, y ahora el Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) informa que siempre hemos tenido presente a El Niño, pero a una escala menor, regulada por la propia naturaleza.

En la segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada los días 28 y 29 de enero en La Habana, Cuba, nuestro gobierno ratificó su voluntad política de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos; lo que permite, a su vez, una mejor inserción y la proyección de nuestra región en el ámbito internacional

Esta posición concuerda plenamente con la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU), que abrió el debate sobre el tema de la Gestión del Riesgo de Desastres, en que se analiza de manera clara la existencia de millones de damnificados por desastres, o expuestos a ellos, por lo que se plantea una gran tarea preventiva de mediano y largo plazos, además de las acciones inmediatas y eficaces de ayuda a los damnificados.