Visa para un
sueño
La probable eliminación de la exigencia de visa Schengen y
nuestra mejor calificación crediticia se deben a nuestro modelo económico
El
pasado lunes, la Comisión de Libertades Civiles de la Eurocámaraaprobó
la eliminación de la exigencia de visa Schengen para peruanos y colombianos que deseen
visitar 26 países de Europa en viajes de corta duración. Ayer, además, el
Parlamento Europeo aprobó
una moción en el mismo sentido que,
aunque no tiene carácter vinculante, demuestra su voluntad política de terminar
con la mencionada exigencia. Aunque no hay que cantar victoria todavía (aún
falta que la iniciativa sea refrendada por el Consejo Europeo y por el pleno de
la Eurocámara), los resultados de esta primera votación estarían delineando un
futuro de libre tránsito turístico por gran parte de Europa para nuestros
compatriotas.
Paralelamente, el
miércoles llegó otra buena nueva del exterior. La agencia calificadora de
riesgo Fitch Ratings elevó la calificación crediticia del Perú a BBB+, un
escalón más dentro del grado de inversión (al igual como lo había hecho
Standard & Poor’s en agosto). Según el presidente del Banco Central, Julio
Velarde, la agencia Moody’s también elevaría la calificación de nuestro país un
peldaño adicional dentro de los próximos meses, lo que haría que el Perú
tuviese la segunda mejor calificación de deuda de América Latina, después de
Chile.
Aunque no se perciba a
primera vista, estas decisiones de la Unión Europea y de las agencias
calificadoras tienen un origen común: hoy, gracias a nuestros sostenidos buenos
resultados económicos, somos vistos como un país más confiable. Y en todo
sentido, ya sea para comerciar, para invertir o para ser recibidos como
turistas.
Recordemos cómo ha
cambiado la cara del Perú a partir de que adoptamos el actual modelo económico.
Desde 1990 nuestro PBI en términos reales casi se ha triplicado (cuando en los
veinte años previos a 1990 solo había aumentado en alrededor del 30%). Por otro
lado, se trata de un período en el que también se ha reducido la desigualdad:
el coeficiente de Gini ha caído, de 0,54 en el 2002 a 0,46 en la actualidad. Y
según un estudio de Gustavo Yamada y otros economistas, esta reducción, en la
segunda mitad de la década pasada, ha sido explicada en un 75% por la evolución
de los ingresos laborales. En los últimos diez años, además, la producción ha
crecido a un ritmo promedio anual de casi 6,5% y se han creado casi 5 millones
de puestos de trabajo formales. Asimismo, entre el 2007 y el 2012 la tasa de
pobreza se redujo del 40% al 25,8%. Y mientras en países como España la tasa de
desempleo afecta al 25% de su fuerza laboral, por estos lares oscila en 6,75%.
No es casual que, al contrario de lo que sucedía hace poco más de veinte años,
hoy los peruanos quieran quedarse en su país para labrarse un futuro y los
europeos venir aquí a buscar oportunidades.
Así, con una nueva cara
y como parte de la política de seguir abriendo nuestro mercado, el Perú pudo
celebrar un tratado de libre comercio con la Unión Europea (y varios otros con
diversas naciones) y ser parte de la Alianza del Pacífico. Y precisamente el
que formemos parte de estos acuerdos de integración fue la razón que el
Gobierno Español esgrimió para pedir que se nos exonere de la visa Schengen.
Nuestra actual
reputación de “país confiable”, por otro lado, también explica la mayor acogida
dentro del mercado financiero internacional. Según un comunicado de Fitch
Ratings, la mejora de nuestra calificación crediticia se debe a “la fortaleza
de los balances externos y fiscales del país, el continuado crecimiento
superior respecto a sus pares calificados BBB y un largo historial de
estabilidad macroeconómica y financiera”.
Si bien todavía falta
mucho por avanzar, estas importantes noticias que vienen de fuera confirman que
andamos por el camino correcto. Uno que no solo nos lleva a que otras naciones
remuevan las visas y restricciones que hoy existen para intercambiar turistas,
mercancías o inversiones, sino que, además, nos acerca al sueño de vivir en un
país sin pobreza y con mayores oportunidades.