martes, 21 de abril de 2015


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EXPERIENCIA EN LAS ALTURAS
Alpaqueros preparados ante heladas
Dieciocho comunidades de Carabaya, que sufrieron el intenso frío, se benefician de un proyecto de la FAO y el Minagri para mejorar sus cobertizos, la calidad genética de sus alpacas y organizarse ante futuras contingencias climáticas.
En julio-agosto de 2013, las bajas temperaturas azotaron a los peruanos que vivían a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar. Ahí trabajan los criadores de alpacas. Fue un grave revés para los bolsillos: se calcula que perdieron el 20% del ganado alpacuno.
El Estado, mediante el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), solicitó el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El organismo internacional, junto con el Minagri y las autoridades provinciales de Carabaya, Puno, centraron su proyecto de emergencia en los pequeños productores, con menos de 150 alpacas, de 18 comunidades pertenecientes a cuatro distritos de Carabaya, considerada la capital mundial de la alpaca.
“No estábamos prevenidos para esa llevada de la nevada. Toda la familia hemos perdido unos cincuenta ganados”, recuerda Elena Alarcón Chui, del distrito carabayino de Crucero. De los 82 socios dedicados a la crianza de alpacas, la mayoría son mujeres. Ellas ahora tienen un mapa de riesgos, herramienta que les ha servido mucho frente a las heladas y las granizadas.
Dennis Escudero, asesor del proyecto de posemergencia de FAO (se empezó a ejecutar en enero de 2014), cuenta que se basaron en cuatro temas.
El primero fue de infraestructura. Junto con especialistas del INIA, Senasa y de la región Puno trabajaron en hacer cobertizos que se utilicen durante todo el año. Elmodelo validado por los especialistas permite a los cobertizos tener diversos usos: además de salvaguardar en épocas de bajas temperaturas a las alpacas, sirve como área de cruzamiento, de esquila, de actividades sanitarias y para almacenar forraje. En total se hicieron 17 cobertizos con infraestructura reforzada para soportar eventos climáticos extremos. Su costo aproximado unitario es de 13,000 nuevos soles.
A Viviana Condori, de la comunidad de Tayaccucho, del distrito de Ituata, le daba mucha tristeza ver cómo las crías de alpacas morían. Gracias al programa, han construido sus cobertizos mejorados. “Ahora parece un espejismo ver cómo han quedado”, cuenta.
Semillas resistentes
Frente a la mortalidad de las crías también se entregó a los productores semillas de pastos resistentes a las heladas: forraje, avena forrajera, trébol y alfalfa, que permitieron sembrar un total de 80 hectáreas.
Cada cobertizo cuenta también con kits veterinarios para fortificar y revitalizar a los animales que se afectan por las bajas temperaturas, esto con apoyo del Senasa.
“Nuestras fibras tienen un menor costo, pero cuando mejoramos, su valor de multiplica, tanto en fibra como en carne. Este trabajo es muy importante, para que nuestros animalitos tengan una mejor calidad de vida, así como nosotros”, dice Vidal Vilca, de Ituata.
Por otro lado, se impulsó la asociatividad a través de la conformación de 18 comités de gestión del riesgo, uno en cada distrito intervenido, lo que permitirá la sostenibilidad de los trabajos frente a futuros fenómenos climáticos. (José Vadillo Vila)
400 mil dólares invirtió la FAO para el proyecto en las 18 comunidades.
13 mil nuevos soles es el costo promedio de cada cobertizo mejorado.
800 de las 4,000 familias afectadas por frío fueron beneficiadas.

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