La prensa libre, un derecho ciudadano
Este bien público pertenece a la humanidad y, por tanto, a todos los hombres y mujeres de una nación. Para cautelarlo y garantizarlo, el mejor soporte son la plena vigencia del estado de derecho, la democracia y la gobernabilidad.
La información se recibe y se difunde; en virtud de ello es necesario contemplar al emisor y al receptor. El receptor debe recibir la información de manera veraz, imparcial, plural y oportuna.
La participación del emisor (léase prensa escrita, televisión, radio y cadenas virtuales) tiene que ser democrática y plural, sobre todo ética y, a la vez, educativa.
En este proceso social es fundamental permitir el acceso a todos los actores para que den a conocer su opinión de manera imparcial. De esa manera, los receptores tendrán la posibilidad de tomar conocimiento de los argumentos de las diferentes posiciones, formarse una conciencia y optar libremente por lo que considera más adecuado.
Antes de Gutenberg, la información era difundida por manuscritos; por eso su llegada era a un número reducido de personas.
Con la aparición de la imprenta se multiplicó el número de usuarios, llegando algunos diarios a tener un tiraje de millones de ejemplares. Después aparecieron la radio y la televisión.
El espacio radioeléctrico se convirtió entonces en el medio muy usado para propalar la información. Hoy, además de los mencionados, está internet, que permite informar a millones de personas en tiempo real y a nivel mundial; en esta tecnología de avanzada hoy resaltan las redes sociales y las versiones de diarios y revistas que reproducen virtualmente sus versiones impresas.
Sea cual sea el medio que se use es importante tener libre acceso a la información veraz, imparcial y plural. La prensa libre es fundamental para nuestro país.
Por eso resulta de suma importancia abrir un debate amplio, serio y responsable sobre la concentración de medios. Algunos consideran que hay un vacío legal al respecto y otros manifiestan que no es necesario porque existe la autorregulación.
La decisión debe responder a un interés público y nacional. Todos debemos estar atentos a esta discusión.
Consideramos que el escenario para fomentar alcanzar el consenso es el Acuerdo Nacional. Bienvenido el debate.
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