El 27 de enero, una fecha decisiva
JAVIER ALEJANDRO RAMOS PERIODISTA
UNIDAD NACIONAL ante el fallo que el Tribunal Internacional de la Haya emitirá en pocos días respecto al diferendo de límites marítimos con Chile ha demandado el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, y la respuesta de las fuerzas políticas y de todo el país es saludable.
UNIDAD NACIONAL ante el fallo que el Tribunal Internacional de la Haya emitirá en pocos días respecto al diferendo de límites marítimos con Chile ha demandado el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, y la respuesta de las fuerzas políticas y de todo el país es saludable.
Acerca de este acontecimiento histórico y crucial para el destino de nuestra Nación y de los pueblos tanto peruano como chileno, el presidente Ollanta Humala Tasso ha sido claro al manifestar, ante declaraciones de la presidenta electa chilena, Michelle Bachelet, que la sentencia del importante tribunal internacional no se discute dependiendo cual sea el resultado, sino que simplemente se acata.
No puede ser de otra manera, si se tiene en consideración que ambos países han aceptado voluntariamente la jurisdicción inapelable de La Corte Internacional de Justicia de La Haya. Además, el Perú y Chile son vecinos que impulsan una agenda común en sus excelentes relaciones bilaterales y en el campo de la integración de América Latina.
Los alcaldes de Tacna y Arica señalan que esperan con tranquilidad la decisión, y que seguirán trabajando en el fortalecimiento de las relaciones entre ambas naciones, desde sus ubicaciones fronterizas.
Igual posición, en favor de la paz y la integración, la han manifestado las instituciones empresariales y comerciales de ambos lados de la frontera.
Estos y otros pronunciamientos son ejemplos que deben respaldar las fuerzas políticas y los líderes de opinión de ambas naciones.
Como ocurre en este tipo de situaciones, no faltan voces discordantes, aisladas y minoritarias, que felizmente no tienen ningún peso en las decisiones y acuerdos bilaterales que se han producido en Lima y Santiago al más alto nivel de los respectivos gobiernos.
La controversia es sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 38,000 kilómetros cuadrados en el océano Pacífico.
Nuestro país sostiene que no existe un tratado para la distribución equitativa del dominio marítimo y que la delimitación debe iniciarse en el llamado Punto Concordia y seguir una línea equidistante a la costa hasta las 200 millas marítimas, mientras que Chile se ampara en otros acuerdos comerciales, no limítrofes, referidos estrictamente a la actividad pesquera. Estos últimos no afectan en modo alguno la soberanía y los derechos que corresponden al Perú.
Nuestro país sostiene que no existe un tratado para la distribución equitativa del dominio marítimo y que la delimitación debe iniciarse en el llamado Punto Concordia y seguir una línea equidistante a la costa hasta las 200 millas marítimas, mientras que Chile se ampara en otros acuerdos comerciales, no limítrofes, referidos estrictamente a la actividad pesquera. Estos últimos no afectan en modo alguno la soberanía y los derechos que corresponden al Perú.
Todos esperamos que el veredicto definitivo afiance la cohesión entre ambos países y no reabra viejas heridas. El 27 de enero los peruanos somos una sola bandera blanca y roja.
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