Emprendimiento
al desarrollo para erradicar la pobreza
Por: César
Sánchez Olivencia
Hace apenas tres años, Francis Fukuyama
participó en la V Cumbre de comercio exterior "Perú futuro: rumbo al
primer mundo de los negocios internacionales", organizada por la Cámara de
Comercio de Lima (CCL). El analista norteamericano señaló que “Actualmente el
crecimiento peruano es dependiente de la exportación de minerales, lo cual los
deja vulnerables a los cambios que puedan surgir en el intercambio comercial
mundial”, señaló.
¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación? ¿Cuál es el camino del crecimiento al desarrollo? El Perú ya ha tenido experiencias históricas dolorosas a raíz de limitar su modelo económico a la explotación de recursos naturales. En el “boom del guano” o “La República del Guano”, entre 1845 y 1868, el Perú llegó al crecimiento económico gracias a la exportación del guano de las islas.
Pero la era del guano se acabó y llegó la era de la crisis. Faltó visión de futuro. Es una lección que debemos aprender para no repetir la historia. El fracaso económico no solo es defecto de los países emergentes sino también de las potencias industriales. Asistimos como testigos a la debacle financiera de EEUU y la Zona del Euro. Por eso no debemos confiarnos en la venida del dinero fácil al erario nacional. ¿Cómo asegurar una economía sostenible en el futuro?
“Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”, dijo el viejo sabio Albert Einstein. Esta frase es aplicable a la situación actual de la economía del país. No vaya a ser “carrera de caballos, parada de borricos”. El modelo primario exportador que descansa en la industria extractiva es una actividad necesaria pero no suficiente para el desarrollo nacional. Su horizonte de sostenibilidad es limitado. Debemos echar mano a la fortaleza del emprendimiento. ¿Quién impide hacerlo? El enfoque debe ser la calidad eficiente del Estado.
¿Por qué no implantar el modelo del emprendimiento? El presidente Humala expreso el 25 de setiembre en su discurso en la ONU: “somos un país de emprendedores: el 98% de nuestras empresas son pequeñas o medianas que emplean al 75% de la población económicamente activa y, además, aportan el 42% del producto interno bruto.” Cierto. Esta es la ventaja comparativa del Perú. Aprovechemos el círculo virtuoso del crecimiento y desarrollo.
Los ejes estratégicos del emprendimiento
Considero que un proyecto de mediano plazo, “Diversificación para consolidar el crecimiento económico en el Perú 2014-2016”, se debe desarrollar a través de dos ejes estratégicos: 1. La diversificación de la mediana y la gran industria nacional, y 2. El empoderamiento y desarrollo de la micro y pequeña empresa. Las medidas tácticas más importantes deben ser: a. Ley de reactivación de la industria nacional, y b. Ley de empoderamiento y desarrollo del emprendedor.
Una estrategia que logrará un efecto de simbiosis entre ambas caras de la economía. Una interacción económico-productiva que llevará a mejorar el poder adquisitivo de millones de peruanos que incrementarán la cadena de la producción y consumo en todo el país. La meta debe ser: “Evitar que las Mypes cierren sus puertas antes del primer año de operaciones”. De este modo también se llegará a formalizar a los emprendedores.
El primer eje estratégico debe ser el desarrollo de la mediana y gran industria con valor agregado. Coincide con lo que propuso Fukuyama en la cámara de comercio en 2010. “Por ello considero necesario que nuestros exportadores tengan una base exportadora más diversa, que incluya actividades con valor agregado. Dichas actividades son posibles con inversión en la ecuación y formación del capital humano”, dijo el autor de El fin de la historia y el último hombre.
El segundo eje estratégico de la autogestión popular es una herramienta de desarrollo que permitirá la inclusión social de la mayoría de desocupados en el país. Lo que no pueda hacer el esfuerzo del sector privado a través de la mediana y gran empresa, lo pueden hacer la micro y pequeña empresa. Cada sector cumplirá su rol en el modelo económico.
Se debe aprovechar las virtudes la economía social de mercado que dispone el Art. 58° de régimen económico en la Constitución Política vigente de 1993. El poder del emprendedor peruano es ilimitado si se le acompaña con las herramientas de gestión. Por eso el Art. 59° de la Carta magna dice: “El Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que sufren cualquier desigualdad, en tal sentido promueve la pequeña empresa en todas sus modalidades”.
El logro de estos objetivos pasa por la mejora del capital humano. El proceso de desarrollo en los países más adelantados del mundo, demuestran la relación causa-efecto entre el capital humano y el crecimiento que permite lograr el desarrollo nacional. Exportar es crecer hacia afuera para desarrollar hacia adentro. Entonces ya tenemos las cartas sobre la mesa. Es cuestión de comenzar la partida con las reglas el juego de la economía de mercado.
¿El objetivo final? Diversificar y consolidar el crecimiento económico para lograr el desarrollo nacional. El emprendimiento del desarrollo para erradicar la pobreza solo se logrará en definitiva con el emprendimiento a través de la autogestión como política de Estado. Destrabar la inversión privada ha sido una medida muy acertada del gobierno porque el factor tiempo está en contra del corto y mediano plazo. Se tiene que aprovechar la época de crecimiento económico que se mantiene durante más de dos décadas.
El poder del emprendedor
El poder es decisivo. No es un concepto teórico; es una herramienta práctica para el know how de la empresa. Solo habrá poder del emprendedor si se produce el aumento de la productividad, por efecto de estos tres factores: la mejora del capital humano, financiero y de gestión comercial. Poder es la capacidad de tomar decisiones para lograr resultados. Para ejercer el poder se debe tener libertad.
No existe poder sin libertad para elegir opciones factibles. No se le puede exigir resultados al emprendedor si no lo dotamos de herramientas de gestión del emprendimiento. El emprendimiento solo salvará al Perú si tiene poder. Empoderar requiere de una decisión política del gobierno. Sin miedo. Es mejor que el Estado promueva el poder del emprendedor para evitar que este lo exija cuando las condiciones objetivas de la realidad lo impulsen al conflicto.
La dimensión del poder hace la diferencia: se logra a través de tres factores: 1. La Intensidad del poder del emprendedor es decisiva. El grado de influencia que una Mype A ejerce sobre el comprador B por la calidad A1 de su producto es capaz de cambiar su respuesta del rechazo a la receptividad. Para lograrlo debe tener poder. Si se cumple esta condición, el éxito no dependerá de la eterna tutela del Estado sino del autoimpulso del emprendedor.
2. El Dominio del poder es otro factor decisivo. La empresa debe ejercer su poder sobre todos los factores de la cadena de producción y consumo. No es suficiente contar con un crédito si no puede aplicar la ciencia, tecnología e innovación en su producto. No podrá competir y la muerte de la Mype es cuestión de tiempo. La extensión del poder es la amplitud sobre la que se ejerce.
3. Un tercer factor que determina el éxito de la Mype es El Rango del poder. Es el grado de respuesta del entorno sobre el que A ejerce el poder de su producto o servicio A1 en el comprador B. Una intervención con la persona, en el momento y en el lugar correcto, es éxito seguro. Como dice el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Lima, Mario Mongilardi: “El Perú necesita de los emprendedores, pues si a los emprendedores les va bien, al Gobierno le irá bien y viceversa”.
Uno de cada cuatro peruanos se encuentra realizando algún tipo de emprendimiento según el informe de Global Entrepreneurship Monitor 2011. Promover el desarrollo del Poder del Emprendedor es vital, sobre todo si existen cerca de 3,5 millones de micro y pequeña empresas, en un 80% impulsadas por emprendedores. Las pymes representan el 98% de las empresas y generan casi el 45% del PBI y cerca del 65% del empleo en el país.
Los avances de la agenda para desarrollar el emprendimiento
Al gobierno del presidente Humala le ha tocado la difícil tarea de hacer todo lo que aún el Estado no ha hecho en materia de desarrollo del emprendimiento en el Perú. Es un desafío a la gestión pública en 1,825 días de ejercicio en 5 años de gobierno. Descontados los días sábado y domingo, feriados largos y similares, el tiempo se reduce a una tercera parte. Transcurridos más de dos años del régimen, solo resta algo más de 800 días efectivos. Sin embargo, el gobierno ha adoptado un paquete acertado de medidas.
El gobierno tuvo la iniciativa. En una reunión de urgencia, el presidente Ollanta Humala convocó a la prensa nacional e internacional para explicar un paquete de siete medidas orientado a recuperar la confianza de los empresarios e impulsar las inversiones, luego de haberlas declarado de “interés nacional”. Este es el marco general que impulsará la actividad empresarial que beneficiará a la micro, pequeña, mediana y gran empresa en el Perú.
Las medidas son la ley de expropiaciones, ley de reposición de capitales, certificados de existencia de restos arqueológicos, ventanilla única para EIA, calificaciones del fondo de inversión pública regional y local, reforma del mercado de capitales y creación de un equipo de trabajo para el seguimiento de proyectos. Posteriormente, se decide cuatro paquetes más de medidas, relacionadas con las trabas burocráticas en permisos y autorizaciones a las empresas.
La normatividad sobre garantías inmobiliarias para el financiamiento de las Mypes es prioritaria, como el otorgamiento del fondo para el emprendimiento de impacto, orientado a las exportaciones, extensión de la vigencia de las compras estatales, MYPErú. El ministro de Economía, Luis Castilla, expresó: “La macroeconomía no es suficiente definidamente. La microeconomía es fundamental para para obtener la riqueza y distribuirla y así poder avanzar en los programas de inclusión social”.
Las cuatro formas de destrabar al Estado. Se trata de eliminar las barreras burocráticas que limitan y no permiten agilizar la actividad empresarial, con énfasis en el tema de plazos, promover que la micro, pequeña y mediana empresa puedan invertir con más facilidad, tengan más acceso al crédito y, sobretodo, tengan incentivos a mejorar su productividad, reforma tributaria para impulsar la competitividad de todas las empresas.
Se fomentará la inversión en ciencia, innovación y tecnología, además de impulsar la capacitación en mano de obra, la gestión privada para facilitar la inversión pública, permitiendo a las empresas ejecutar proyectos de inversión pública como pago del Impuesto a la Renta, a través de la reforma en la ley 29230, de impuestos por obras públicas.
Aspectos fundamentales que aseguren el desarrollo del emprendimiento
Una incógnita de la ecuación es definir qué se entiende por desarrollo nacional. Decimos que es la capacidad de un país para mejorar el bienestar social de su pueblo, ofreciéndoles excelente condiciones laborales, oportunidades de empleo, acceso a la educación, a una vivienda digna, a la salud y la distribución equitativa de la riqueza nacional; todo esto con un objetivo de inclusión social. Ahora ya sabemos a dónde vamos.
El desarrollo del emprendimiento es un proceso integral que se ejecutará en un horizonte de corto, mediano y largo plazo. Las medidas que se adopten tendrán que ser sistemáticas, sostenidas y transversales. El Perú tiene la oportunidad histórica de ejecutar el gran salto cualitativo hacia el desarrollo. La mejor forma de lograr los resultados en menor tiempo es articular y reactivar lo que ya existe: los diversas tipos empresariales, micro, pequeña mediana y gran empresa, con valor agregado.
Nunca ha estado mejor el Estado que en estos días para consolidar su crecimiento y apuntar hacia el desarrollo. Aprovechar la oportunidad que ofrecen las condiciones objetivas de un desarrollo nacional sostenible. El crecimiento tiene que subir en espiral para llegar al desarrollo. No se debe estancar en el círculo vicioso de continuar en crecimiento, cuando ha llegado la etapa de llegar al desarrollo. Se debe trabajar con visión histórica.
La alternativa del poder del emprendedor es la mejor opción para un país emergente. Pensemos que en Suiza y Japón no cuentan con grandes recursos naturales pero han logrado consolidar una economía estable en virtud de su emprendimiento y disciplina empresarial. Nuestra ventaja comparativa de los recursos naturales es un factor decisivo para asegurar el éxito del emprendimiento en el Perú.
El marco institucional que propone la Cámara de Comercio de Lima es aplicable en la coyuntura. Son cuatro ejes que apuntan al desarrollo sostenido de la economía de mercado en un sistema democrático con una política económica para el desarrollo integral. 1. reforma profunda del estado, 2. Eliminación de barreras burocráticas que restan competitividad, 3. Revisión del sistema tributario y laboral, así como 4. Lucha contra la corrupción.
Crecimiento de la economía peruana para erradicar la pobreza
La tesis inicial del modelo de inclusión social ha sido que el crecimiento económico permitiría la ejecución de acciones de inclusión social o, por lo menos, que mientras se lograban mejores índices económicos, se iría aplicando progresivamente la inclusión social en el Perú. “Estrategia de incluir para crecer”. ? ¿Incluir para crecer, crecer para incluir, o incluir y crecer?
La inclusión social en la economía de mercado. El actual gobierno ha consolidado el modelo de crecimiento económico seguido por sus antecesores. Una economía que se inspira en el libre mercado, pero peligrosamente subordinada a las exportaciones primarias en el sector primario. Es válida entonces la reflexión del presidente Humala: “Es posible que el ciclo que favorecía nuestro crecimiento esté llegando a su fin”.
Si bien la continuidad del modelo ha logrado mantener el crecimiento económico y recuperar la confianza de los inversionistas internacionales, las propias leyes de la economía del mercado no son suficientes para orientar la economía hacia el emprendimiento. Por eso el Estado ha propuesto paquetes de medidas para impulsar a las empresas.
¿Cuál debe ser el camino?. La inclusión de los más pobres en la economía se logra día a día a través de tres políticas: 1) Inclusión en los servicios básicos: un ser humano con salud, condiciones mínimas de vivienda y saneamiento; 2) Inclusión educativa: una educación formativa y laboral para todo aquel que no cuente con recursos económicos; y 3) Inclusión laboral: promover puestos de trabajo que le permita tener ingresos mínimos para sobrevivir. La acción del Estado tiene que ser transversal.
Esta clase de crecimiento con inclusión social debe ser permanente y sostenida en el tiempo para alcanzar el desarrollo. No se parece en nada a la asistencia social. No depende de un subsidio del Estado, en que bastaría con reducir o suprimir el presupuesto para que los programas sociales se conviertan en historia. La inclusión social terminaría sus días en el cementerio de las ilusiones. Una de las soluciones debe ser la MyPE.
El economista, de Harvard, Andrei Shleifer, aconseja que “la verdadera inclusión social se consigue solo proporcionando educación a los más pobres y no dándoles dinero”. Advierte que “entregando dinero a las personas de bajos recursos no disminuye la pobreza ni genera la inclusión en el país, sino invirtiendo en educación, tecnología y ciencia”. El empoderamiento tiene mucho que ver con la mejora de la educación para el trabajo.
El profesor de Harvard piensa que “solo hay una estrategia para la inclusión social, tanto para países ricos y pobres y esa es la educación. No se puede lograr la inclusión social solo dando dinero a la gente que no tiene recursos, eso no resuelve nada. Se obtiene la inclusión social y la movilidad si las personas cambian su vida, se mudan a las ciudades y si adquieren educación”, enfatiza. El poder al emprendedor se presenta como una alternativa. ¿Estamos en el camino? ¿Le daremos poder al emprendedor?
¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación? ¿Cuál es el camino del crecimiento al desarrollo? El Perú ya ha tenido experiencias históricas dolorosas a raíz de limitar su modelo económico a la explotación de recursos naturales. En el “boom del guano” o “La República del Guano”, entre 1845 y 1868, el Perú llegó al crecimiento económico gracias a la exportación del guano de las islas.
Pero la era del guano se acabó y llegó la era de la crisis. Faltó visión de futuro. Es una lección que debemos aprender para no repetir la historia. El fracaso económico no solo es defecto de los países emergentes sino también de las potencias industriales. Asistimos como testigos a la debacle financiera de EEUU y la Zona del Euro. Por eso no debemos confiarnos en la venida del dinero fácil al erario nacional. ¿Cómo asegurar una economía sostenible en el futuro?
“Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”, dijo el viejo sabio Albert Einstein. Esta frase es aplicable a la situación actual de la economía del país. No vaya a ser “carrera de caballos, parada de borricos”. El modelo primario exportador que descansa en la industria extractiva es una actividad necesaria pero no suficiente para el desarrollo nacional. Su horizonte de sostenibilidad es limitado. Debemos echar mano a la fortaleza del emprendimiento. ¿Quién impide hacerlo? El enfoque debe ser la calidad eficiente del Estado.
¿Por qué no implantar el modelo del emprendimiento? El presidente Humala expreso el 25 de setiembre en su discurso en la ONU: “somos un país de emprendedores: el 98% de nuestras empresas son pequeñas o medianas que emplean al 75% de la población económicamente activa y, además, aportan el 42% del producto interno bruto.” Cierto. Esta es la ventaja comparativa del Perú. Aprovechemos el círculo virtuoso del crecimiento y desarrollo.
Los ejes estratégicos del emprendimiento
Considero que un proyecto de mediano plazo, “Diversificación para consolidar el crecimiento económico en el Perú 2014-2016”, se debe desarrollar a través de dos ejes estratégicos: 1. La diversificación de la mediana y la gran industria nacional, y 2. El empoderamiento y desarrollo de la micro y pequeña empresa. Las medidas tácticas más importantes deben ser: a. Ley de reactivación de la industria nacional, y b. Ley de empoderamiento y desarrollo del emprendedor.
Una estrategia que logrará un efecto de simbiosis entre ambas caras de la economía. Una interacción económico-productiva que llevará a mejorar el poder adquisitivo de millones de peruanos que incrementarán la cadena de la producción y consumo en todo el país. La meta debe ser: “Evitar que las Mypes cierren sus puertas antes del primer año de operaciones”. De este modo también se llegará a formalizar a los emprendedores.
El primer eje estratégico debe ser el desarrollo de la mediana y gran industria con valor agregado. Coincide con lo que propuso Fukuyama en la cámara de comercio en 2010. “Por ello considero necesario que nuestros exportadores tengan una base exportadora más diversa, que incluya actividades con valor agregado. Dichas actividades son posibles con inversión en la ecuación y formación del capital humano”, dijo el autor de El fin de la historia y el último hombre.
El segundo eje estratégico de la autogestión popular es una herramienta de desarrollo que permitirá la inclusión social de la mayoría de desocupados en el país. Lo que no pueda hacer el esfuerzo del sector privado a través de la mediana y gran empresa, lo pueden hacer la micro y pequeña empresa. Cada sector cumplirá su rol en el modelo económico.
Se debe aprovechar las virtudes la economía social de mercado que dispone el Art. 58° de régimen económico en la Constitución Política vigente de 1993. El poder del emprendedor peruano es ilimitado si se le acompaña con las herramientas de gestión. Por eso el Art. 59° de la Carta magna dice: “El Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que sufren cualquier desigualdad, en tal sentido promueve la pequeña empresa en todas sus modalidades”.
El logro de estos objetivos pasa por la mejora del capital humano. El proceso de desarrollo en los países más adelantados del mundo, demuestran la relación causa-efecto entre el capital humano y el crecimiento que permite lograr el desarrollo nacional. Exportar es crecer hacia afuera para desarrollar hacia adentro. Entonces ya tenemos las cartas sobre la mesa. Es cuestión de comenzar la partida con las reglas el juego de la economía de mercado.
¿El objetivo final? Diversificar y consolidar el crecimiento económico para lograr el desarrollo nacional. El emprendimiento del desarrollo para erradicar la pobreza solo se logrará en definitiva con el emprendimiento a través de la autogestión como política de Estado. Destrabar la inversión privada ha sido una medida muy acertada del gobierno porque el factor tiempo está en contra del corto y mediano plazo. Se tiene que aprovechar la época de crecimiento económico que se mantiene durante más de dos décadas.
El poder del emprendedor
El poder es decisivo. No es un concepto teórico; es una herramienta práctica para el know how de la empresa. Solo habrá poder del emprendedor si se produce el aumento de la productividad, por efecto de estos tres factores: la mejora del capital humano, financiero y de gestión comercial. Poder es la capacidad de tomar decisiones para lograr resultados. Para ejercer el poder se debe tener libertad.
No existe poder sin libertad para elegir opciones factibles. No se le puede exigir resultados al emprendedor si no lo dotamos de herramientas de gestión del emprendimiento. El emprendimiento solo salvará al Perú si tiene poder. Empoderar requiere de una decisión política del gobierno. Sin miedo. Es mejor que el Estado promueva el poder del emprendedor para evitar que este lo exija cuando las condiciones objetivas de la realidad lo impulsen al conflicto.
La dimensión del poder hace la diferencia: se logra a través de tres factores: 1. La Intensidad del poder del emprendedor es decisiva. El grado de influencia que una Mype A ejerce sobre el comprador B por la calidad A1 de su producto es capaz de cambiar su respuesta del rechazo a la receptividad. Para lograrlo debe tener poder. Si se cumple esta condición, el éxito no dependerá de la eterna tutela del Estado sino del autoimpulso del emprendedor.
2. El Dominio del poder es otro factor decisivo. La empresa debe ejercer su poder sobre todos los factores de la cadena de producción y consumo. No es suficiente contar con un crédito si no puede aplicar la ciencia, tecnología e innovación en su producto. No podrá competir y la muerte de la Mype es cuestión de tiempo. La extensión del poder es la amplitud sobre la que se ejerce.
3. Un tercer factor que determina el éxito de la Mype es El Rango del poder. Es el grado de respuesta del entorno sobre el que A ejerce el poder de su producto o servicio A1 en el comprador B. Una intervención con la persona, en el momento y en el lugar correcto, es éxito seguro. Como dice el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Lima, Mario Mongilardi: “El Perú necesita de los emprendedores, pues si a los emprendedores les va bien, al Gobierno le irá bien y viceversa”.
Uno de cada cuatro peruanos se encuentra realizando algún tipo de emprendimiento según el informe de Global Entrepreneurship Monitor 2011. Promover el desarrollo del Poder del Emprendedor es vital, sobre todo si existen cerca de 3,5 millones de micro y pequeña empresas, en un 80% impulsadas por emprendedores. Las pymes representan el 98% de las empresas y generan casi el 45% del PBI y cerca del 65% del empleo en el país.
Los avances de la agenda para desarrollar el emprendimiento
Al gobierno del presidente Humala le ha tocado la difícil tarea de hacer todo lo que aún el Estado no ha hecho en materia de desarrollo del emprendimiento en el Perú. Es un desafío a la gestión pública en 1,825 días de ejercicio en 5 años de gobierno. Descontados los días sábado y domingo, feriados largos y similares, el tiempo se reduce a una tercera parte. Transcurridos más de dos años del régimen, solo resta algo más de 800 días efectivos. Sin embargo, el gobierno ha adoptado un paquete acertado de medidas.
El gobierno tuvo la iniciativa. En una reunión de urgencia, el presidente Ollanta Humala convocó a la prensa nacional e internacional para explicar un paquete de siete medidas orientado a recuperar la confianza de los empresarios e impulsar las inversiones, luego de haberlas declarado de “interés nacional”. Este es el marco general que impulsará la actividad empresarial que beneficiará a la micro, pequeña, mediana y gran empresa en el Perú.
Las medidas son la ley de expropiaciones, ley de reposición de capitales, certificados de existencia de restos arqueológicos, ventanilla única para EIA, calificaciones del fondo de inversión pública regional y local, reforma del mercado de capitales y creación de un equipo de trabajo para el seguimiento de proyectos. Posteriormente, se decide cuatro paquetes más de medidas, relacionadas con las trabas burocráticas en permisos y autorizaciones a las empresas.
La normatividad sobre garantías inmobiliarias para el financiamiento de las Mypes es prioritaria, como el otorgamiento del fondo para el emprendimiento de impacto, orientado a las exportaciones, extensión de la vigencia de las compras estatales, MYPErú. El ministro de Economía, Luis Castilla, expresó: “La macroeconomía no es suficiente definidamente. La microeconomía es fundamental para para obtener la riqueza y distribuirla y así poder avanzar en los programas de inclusión social”.
Las cuatro formas de destrabar al Estado. Se trata de eliminar las barreras burocráticas que limitan y no permiten agilizar la actividad empresarial, con énfasis en el tema de plazos, promover que la micro, pequeña y mediana empresa puedan invertir con más facilidad, tengan más acceso al crédito y, sobretodo, tengan incentivos a mejorar su productividad, reforma tributaria para impulsar la competitividad de todas las empresas.
Se fomentará la inversión en ciencia, innovación y tecnología, además de impulsar la capacitación en mano de obra, la gestión privada para facilitar la inversión pública, permitiendo a las empresas ejecutar proyectos de inversión pública como pago del Impuesto a la Renta, a través de la reforma en la ley 29230, de impuestos por obras públicas.
Aspectos fundamentales que aseguren el desarrollo del emprendimiento
Una incógnita de la ecuación es definir qué se entiende por desarrollo nacional. Decimos que es la capacidad de un país para mejorar el bienestar social de su pueblo, ofreciéndoles excelente condiciones laborales, oportunidades de empleo, acceso a la educación, a una vivienda digna, a la salud y la distribución equitativa de la riqueza nacional; todo esto con un objetivo de inclusión social. Ahora ya sabemos a dónde vamos.
El desarrollo del emprendimiento es un proceso integral que se ejecutará en un horizonte de corto, mediano y largo plazo. Las medidas que se adopten tendrán que ser sistemáticas, sostenidas y transversales. El Perú tiene la oportunidad histórica de ejecutar el gran salto cualitativo hacia el desarrollo. La mejor forma de lograr los resultados en menor tiempo es articular y reactivar lo que ya existe: los diversas tipos empresariales, micro, pequeña mediana y gran empresa, con valor agregado.
Nunca ha estado mejor el Estado que en estos días para consolidar su crecimiento y apuntar hacia el desarrollo. Aprovechar la oportunidad que ofrecen las condiciones objetivas de un desarrollo nacional sostenible. El crecimiento tiene que subir en espiral para llegar al desarrollo. No se debe estancar en el círculo vicioso de continuar en crecimiento, cuando ha llegado la etapa de llegar al desarrollo. Se debe trabajar con visión histórica.
La alternativa del poder del emprendedor es la mejor opción para un país emergente. Pensemos que en Suiza y Japón no cuentan con grandes recursos naturales pero han logrado consolidar una economía estable en virtud de su emprendimiento y disciplina empresarial. Nuestra ventaja comparativa de los recursos naturales es un factor decisivo para asegurar el éxito del emprendimiento en el Perú.
El marco institucional que propone la Cámara de Comercio de Lima es aplicable en la coyuntura. Son cuatro ejes que apuntan al desarrollo sostenido de la economía de mercado en un sistema democrático con una política económica para el desarrollo integral. 1. reforma profunda del estado, 2. Eliminación de barreras burocráticas que restan competitividad, 3. Revisión del sistema tributario y laboral, así como 4. Lucha contra la corrupción.
Crecimiento de la economía peruana para erradicar la pobreza
La tesis inicial del modelo de inclusión social ha sido que el crecimiento económico permitiría la ejecución de acciones de inclusión social o, por lo menos, que mientras se lograban mejores índices económicos, se iría aplicando progresivamente la inclusión social en el Perú. “Estrategia de incluir para crecer”. ? ¿Incluir para crecer, crecer para incluir, o incluir y crecer?
La inclusión social en la economía de mercado. El actual gobierno ha consolidado el modelo de crecimiento económico seguido por sus antecesores. Una economía que se inspira en el libre mercado, pero peligrosamente subordinada a las exportaciones primarias en el sector primario. Es válida entonces la reflexión del presidente Humala: “Es posible que el ciclo que favorecía nuestro crecimiento esté llegando a su fin”.
Si bien la continuidad del modelo ha logrado mantener el crecimiento económico y recuperar la confianza de los inversionistas internacionales, las propias leyes de la economía del mercado no son suficientes para orientar la economía hacia el emprendimiento. Por eso el Estado ha propuesto paquetes de medidas para impulsar a las empresas.
¿Cuál debe ser el camino?. La inclusión de los más pobres en la economía se logra día a día a través de tres políticas: 1) Inclusión en los servicios básicos: un ser humano con salud, condiciones mínimas de vivienda y saneamiento; 2) Inclusión educativa: una educación formativa y laboral para todo aquel que no cuente con recursos económicos; y 3) Inclusión laboral: promover puestos de trabajo que le permita tener ingresos mínimos para sobrevivir. La acción del Estado tiene que ser transversal.
Esta clase de crecimiento con inclusión social debe ser permanente y sostenida en el tiempo para alcanzar el desarrollo. No se parece en nada a la asistencia social. No depende de un subsidio del Estado, en que bastaría con reducir o suprimir el presupuesto para que los programas sociales se conviertan en historia. La inclusión social terminaría sus días en el cementerio de las ilusiones. Una de las soluciones debe ser la MyPE.
El economista, de Harvard, Andrei Shleifer, aconseja que “la verdadera inclusión social se consigue solo proporcionando educación a los más pobres y no dándoles dinero”. Advierte que “entregando dinero a las personas de bajos recursos no disminuye la pobreza ni genera la inclusión en el país, sino invirtiendo en educación, tecnología y ciencia”. El empoderamiento tiene mucho que ver con la mejora de la educación para el trabajo.
El profesor de Harvard piensa que “solo hay una estrategia para la inclusión social, tanto para países ricos y pobres y esa es la educación. No se puede lograr la inclusión social solo dando dinero a la gente que no tiene recursos, eso no resuelve nada. Se obtiene la inclusión social y la movilidad si las personas cambian su vida, se mudan a las ciudades y si adquieren educación”, enfatiza. El poder al emprendedor se presenta como una alternativa. ¿Estamos en el camino? ¿Le daremos poder al emprendedor?
