martes, 7 de abril de 2015


La educación en la productividad empresarial
Oscar Vizcarra Hidrogo Consultor empresarial

En pleno siglo XXI, mucho se habla de la eficiencia, competitividad y productividad que debe contar el talento humano para el mejor desarrollo de sus actividades laborales en la llamada empresa moderna.
El incremento de la productividad de un país es el único camino que conduce a un mejor nivel de vida de la población en el largo plazo, y el sector empresarial ha venido sufriendo una serie de cambios a lo largo de los últimos años, algunos beneficiosos y otros no tanto, pero en realidad es en el aspecto de productividad donde ha estado lento el proceso.
La productividad se vuelve una estrategia vital para la organización. Vista desde la óptica empresarial, es una reciprocidad entre la actividad productiva y los medios que son necesarios para alcanzar dicha producción, pero, en definitiva, debe agregarse un elemento fundamental, como es el ambiente laboral.
Pero no nos preocupamos de brindarle al personal los medios tecnológicos necesarios que repercutan en la ejecución de sus diversas actividades productivas, siendo prioridad que el futuro generador de la producción tenga una mayor participación en el llamado proceso productivo, así como mayor injerencia en la toma de decisiones de este.
Entonces se les debe brindar desde el inicio de su formación educación y capacitación integral que repercuta en su desarrollo y garantice que su participación sea más eficiente y coherente.
Hoy la información es la fuente central de la producción, quedando detrás las otras fuentes como el capital, el trabajo y los recursos naturales, pero teniendo como eje principal al talento humano como medio y fin de esta sociedad plus industrial.
La educación y la capacitación en los países emergentes como el Perú juegan un papel preponderante en el impulso de los niveles laborales.
La capacitación debe concebirse como una vía a través de la cual el trabajador es dotado para contar con mayores posibilidades para su realización personal y de los suyos, así como de su mejor participación en el desarrollo integral del país. La mano de obra adquiere un sentido verdaderamente significativo y de vital importancia en la aplicación de los conocimientos en las labores que realiza.
Es primordial, en consecuencia, adaptar la educación y la capacitación a las necesidades empresariales del país y fijar objetivos claros con reformas de modernización en los tres niveles de educación, buscando siempre que los futuros ciudadanos estén especializados, siendo de importancia de que esto se fomente con la nueva Ley General de Educación en marcha, en coordinación con la Comisión de Gobiernos Locales y Modernización del Estado del Congreso de la República con el fin de garantizar el desarrollo integral de nuestro país como forma de vida.
A lo señalado podemos afirmar que el incremento de la productividad con una educación integral, junto con la inversión de un país, es el único camino que conduce a un mejor nivel de vida de la población en el mediano y largo plazo.

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